Otro año que pasa y Atlético Bucaramanga otra vez eliminado de la posibilidad de ascender por sexto año consecutivo a la primera
división del futbol colombiano.
Las razones de este nuevo fracaso, son muchas,
como esa de traer a Oscar Córdoba , como presidente de un equipo que él nunca sintió y menos supo que era saber ser
presidente de un club de más 65 años de
historia y de una ciudad, que una vez se ha creado con los crespos hechos, en
medio de un mar de fantasías e ilusiones
creados en gran parte por los medios de comunicación
de la ciudad, que se casaron con
directivos, técnicos y jugadores, perdiendo el sentido crítico que debe tener todo periodista que se
considere integro en el ejercicio de
orientar y llevar una opinión libre y desprovista de cualquier tipo de interés.
Pero el tema no pasa por la sola crónica
deportiva, el tema sigue siendo más de fondo que forma, en la medida que los
directivos actuales y los que han pasado
dejando una mala herencia, no sepan y menos entiendan que un verdadero club
deportivo se forma de la base de unas buenas divisiones menores, que sean el
soporte de una estructura piramidal es
un club deportivo. Leer más