-----------------------------------Por: Hermes Díaz Correa
Desde la semana pasada esta en el
ojo del huracán el tema del arbitraje en Colombia a raíz de la denuncia pública hecha por el árbitro
Maurico Guzmán acusando al ex árbitro ,
Oscar Julián Ruiz de acoso sexual.
El tema como tal es delicado mas
cuando se trata de las inclinaciones sexuales de cada ser humano, al fin y al
cabo libre de escoger sus gustos, pero distintas de los mandatos divinos que
dicen que Dios hizo al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. Pero volviendo
al tema del homosexualismo en el arbitraje es hora ya que los directivos
del futbol colombiano tomen el toro por los cuernos y de una vez por todas se
depure algo tan bello como es el futbol, desafortunadamente invadido por especímenes
de toda índole, que no son solo de
árbitros, también es de entrenadores, de directivos, de patrocinadores, de jugadores, por que el futbol como es
abierto para todas las clases sociales está
abierto para todo el guste el futbol entre a él.
Álvaro Gonzales Álzate, zar del
futbol aficionado colombiano, hombre polémico, frentero, que dice lo que siente
y piensa ha colocado los puntos sobre las íes, en este escabroso tema, que no solo es del futbol sino de todos los
estamentos que componen la sociedad,
pero como se trata de un personaje publico adquiere todos los ribetes de morbo
y escándalo por tratarse del citado
personaje. Los valores y principios de los seres humanos parece que se han ido
perdiendo con el paso del tiempo y todo parece estar centrado a un romanticismo
de nuestros antepasados que nos enseñaron el temor a DIOS y a practicar sus mandamientos. Escasos creo yo son los que en este país tienen el
valor moral de calificar las conductas de los demás, en una sociedad que en la
mayoría de los casos se tapa con la misma cobija de la hipocresía y la
falsedad.
A lo anterior se suma el otro
hecho bochornoso que tiene en la mira a 3 jugadores del Once Caldas por intento
de violación y que coloca a pensar a los
formadores de futbolistas, de árbitros, de que es lo que se está haciendo con las escuelas de futbol, los
colegios de árbitros, de si todo se volvió en un mercantilismo desaforado donde
el dios dinero es el que manda anteponiéndose a la capacidad, a las condiciones
con el fin de saciar sus objetivos volátiles de llegar a donde se quiere cueste
lo que cueste.
Todas estas situaciones que se
han venido desarrollando desde tiempo atrás con el arbitraje, deben llamar a la
reflexión a todos quienes directamente o indirectamente tienen que ver con el
futbol y de una vez se haga una depuración por el bien del futbol y después del
arbitraje más ahora que el futbol ya no solo
lo practican los hombres, sino también las mujeres donde no faltara el día
de mañana que también haya denuncias sobre lesbianismo.
ACORD SANTANDER.